Miércoles previo a la noche de Reyes, esa noche en la que todo puede pasar, miles de personas celebran la noche de Reyes y , tal vez te encuentres entre ellas, preparando los detalles, mirando y remirando una y mil veces que lo tienes todo, que no falta nada, y a mi me faltan días para poder regalaros todos los relatos que quedan aún en mi maleta.
 
Por eso, antes de leer el relato de hoy quiero hacerte un regalo, este año, vamos a alargar las Navidades y no van a terminar hasta que no hayamos publicado todos los relatos. Vamos a disfrutar doblemente de estas fechas.
 
Tendremos más días para disfrutar, seguiremos disfrutando de la generosidad de todas estas mujeres que nos dejan entrar en su vida, en sus recuerdos, en sus anhelos y nos cuentan de esta manera.
 
Y hoy te presento a Raquel Iñígo, aunque puede que la la conozcas, pero si no siempre puedes visitar su web. Ya te contará ella misma el camino que ha recorrido durante este último año, pero antes te cuento yo que es la reina del vídeo, va a poder ayudarte a transformar tus mensajes, a colarte en las pantallas de tu gente, va a lograr ayudarte a dar un vuelco a tus vídeos, siempre con la sensibilidad de las personas que ayudan, que escuchan, que tienen mucho que ofrecer.
 
No puedes perderte las imágenes que es capaz de crear, y tampoco puedes perderte lo que significa para ella estas fechas, ni su camino para llegar aquí.

 
Primero que nada quiero agradecer a Raquel esta iniciativa, por tener un corazón que no le cabe en el pecho y darme la oportunidad de contarte un pedacito de mi historia y porque soy como soy.
 
¡Vamos allá!…
 
Aprovechando que estamos en época navideña. Navidad es igual a nacimiento a re-nacer a reinventarse. Me apetecía mucho expresar mi emoción y sentimientos de estos días.
 
Estoy recibiendo varios regalos de Navidad que me encantan y que agradezco. Pero hay uno que me llena, me ilusiona y que agradezco infinitamente al Universo: y es seguir reuniéndome con mis padres, hermanos y sobrinos, ver esas caritas de alegría, sentir el calor del hogar de la familia es indescriptible. Asoman un cumulo de recuerdos maravillosos.
 
Quiero contarte mis recuerdos de hace muchos años, cuando era pequeñita, esos recuerdos de estas fechas, fascinantes, mágicos, llenos de amor, reunión familiar, preparativos.
 
¡Ah! Por cierto Me llamo Raquel Íñigo y soy la mayor de 3 hermanos. Mis padres tenían  un negocio familiar dedicado a la venta de productos cárnicos especializada en la elaboración artesanal (carnicería salchichería)
 
Mi madre es una mujer increíble, muy creativa con unas habilidades manuales asombrosas. Una de ellas es que le encanta pintar. Cada año a primeros de diciembre se iniciaba con las tareas de la decoración navideña, para la empresa familiar ideaba algo diferente, le encanta sorprender.
 
En casa montábamos el nacimiento que había hecho mi madre poco a poco y con mucho cariño. Se colocaba en un armario taquillón a la entrada de la casa. Salíamos al campo a coger musgo para darle un toque más natural hacíamos hasta un río con sus patos… Además se colocaba el árbol en el salón de la casa.
 
En la empresa familiar esos días eran caóticos, es decir, eran fechas de muchísimo trabajo, todo tenía que ser rápido, la multitud quería las cosas para ya, agobios, muchas horas detrás del mostrador.
 
¡Puff! La verdad a mi padre estas fechas no le gustaban nada porque no se podía atender igual a la gente, hay personas que se ponían muy nerviosas, no les gustaba esperar, y es entendible. Sin embargo, en esas fechas eran inevitables las colas. A pesar de las 14 horas de trabajo diarias, sin descanso, mi madre trabajaba en la empresa y después seguía en casa, comida y el resto de cosas. Increíble su agilidad.
 
Asimismo, a mi madre le encantaba tener gente en casa, es una excelente cocinera y no le importaba cocinar para 15 o 20 personas. Lo hacía con mucho gusto y cariño.
 
Le encantan las reuniones. Ella hacía que esas veladas fueran mágicas, se cuidaba cada detalle para que todo estuviera perfecto. Vajilla, copas, servilletas decoradas, centro de mesa echo por ella, los dulces colocados en bandejas preciosas. Las fiestas eran siempre en casa de mis padres. Acabábamos reventados pero lo pasábamos en grande. La familia fue creciendo, entonces tíos y primos decidieron hacer la fiesta cada uno en su casa.
 
Mis hermanos y yo cada uno tiene su camino fuera del hogar de mis padres. Estamos en pareja y con niños, todos seguimos reuniéndonos en casa de mis padres aunque en parte el sentimiento es triste porque faltan mis abuelos. Aun así, sigue habitando ese espíritu navideño mágico. Mi hermana que es súper detallista siempre está ideando algo.
 
La verdad que agradezco muchísimo que sigan manteniéndose las buenas costumbres, aunque a los mayores a veces nos guste menos por todo lo que se arma. Ver como los niños disfrutan es maravilloso, por muy cansado que estés, esos momentos de tanto amor y entusiasmo, merecen la pena.
 
Cómo verás, lo que más me gusta de esta época es la convivencia con la familia. Por eso agradezco a mis padres, hermanos, sobrinos por todos esos momentos que hemos compartido juntos, y los que nos quedan por experimentar, aún.
 
Por eso, a día de hoy, lo valoro muchísimo, quizás porque soy madre. He de ser sincera y hasta no hace tanto no había sido consciente de ello, con lo cual aprovecho cada instante porque el recurso más valioso que tenemos es el tiempo y esos momentos, ya no volverán. Aunque cada uno siga su camino esos momentos siguen siendo mágicos.
 
Estos años de atrás me he dejado envolver por el día a día y no daba valor a esos pequeños momentos, qué sin duda, son grandes instantes que dejan huella. Con lo cual, creo que es muy importante decir a cada uno de los integrantes de la familia, un te quiero por ser como eres, un gracias por estar ahí.
 
Son pequeños detalles que damos por hecho y pienso que hay que decirlo alto y claro, y mira que yo soy de pocas palabras. Sin embargo esas palabras son las que marcan la diferencia, dan sentido a todo. Aunque algunos días hayan sido mejores que otros, sin duda, es parte del proceso de la convivencia en familia. Cada uno es como es, único especial. Ni bueno ni malo, ni mejor ni peor. La diversidad es maravillosa y la aceptación excelente.
 
Quiero dar las gracias a mi pareja e hija por aguantarme, porque sé que no es fácil. Son muy importantes en mi vida. Cada uno de los miembros de mi familia son ángeles que iluminan mi camino.
 
Mis padres lo han hecho lo mejor que sabían hacerlo, dándolo todo. Hemos pasado momentos difíciles, complicados, de todos hemos salido. Para mí son mis grandes maestros.
 
Mi padre me inculcó la disciplina, la constancia; siempre me exigía más y más, ese kilometro extra, para mí era agotador. Claro que en su momento no lo entendía muy bien. Sin embargo, ahora sé que eso lo hacía para impulsarme, para que me esforzara en dar lo mejor de mí y descubriera otras opciones y ampliara mi visión de las cosas.
 
En una conversación con mi madre me decía que estaba arrepentida por haberme hecho responsable antes de tiempo. Tuve que ayudarla con mis hermanos. Me sorprendí, porque yo no lo veía así, creo que aprendí a ser responsable, que es la habilidad de responder ante una circunstancia. Era lo que tocaba, había que aceptarlo de la mejor manera, y punto.
 
Ellos me enseñaron aceptar con amor lo que llegara, incluso los obstáculos, no como un castigo, sino como una bendición. Aunque en esos momentos no lo viera así ni lo entendiera, ello me ayudaría a crecer. También a desarrollar un espíritu amable, cordial, respetuoso, cercano, generoso y compasivo con los demás porque siempre había algo que aprender de las personas. El deseo de dar antes que recibir. A Ser agradecida con la vida fijándome más en lo que tengo que en lo que me falta.
 
Esta frase me encanta “La vida es una escuela donde aprenderás a recordar lo que tu alma ya sabe”.
 
Soy lo que soy gracias a mi familia, a cada uno de ellos. De una u otra manera me han impactado, en definitiva me han dejado huella.
 
Bueno ahora que ya sabes pedacito de mi historia aprovechando que estamos a solas. No se lo he contado a nadie, esto entre tú y yo. ¡Vale!
 
Quiero desvelarte un secreto, que voy a poner en práctica ¡Ya!
 
Cuando finaliza el año hago un recuento de cómo me fue durante el mismo.
 
Bueno, este año ha sido de muchos cambios para mí, de experiencias nuevas, mucha reflexión, dudas. Sí, dudas, soy humana. He tenido altibajos, tanto en el área personal cómo en el área profesional. Es lo que tiene tener un negocio online. Y que tu gente más cercana no entienda nada de lo que haces. Menos mal que no estoy sola tengo amigas que me hacen más ameno el camino. He entendido que es parte del proceso.
 
Hice una radiografía de mi año y cree una valoración del mismo.
 
Conclusión para no alargarme más. Ha sido un año lleno de retos, aprendizajes, he conocido a gente maravillosa por todo el mundo. La verdad estoy súper agradecida por todo ello.
 
He fabricado una libreta mágica ¿Quieres saber para que la voy a utilizar?
 
Fíjate algo que he aprendido de 2016 era que no celebraba mis triunfos. Así que voy a poner en práctica desde el minuto 0 el día 1 de Enero y durante todo el 2017 lo siguiente: apuntar en Mi libreta Mágica cada uno de los logros de mí día a día por pequeños que sean y celebrarlo con algo que me apasione o guste. No tiene que ser material.
 
Por ejemplo: 5 minutos de descanso. Ver una conferencia. Un bombón. Un baño relajante… ¿Qué te parece?
 
¿Y tú qué vas a poner en práctica en 2017?
 
Gracias de corazón por leerme.