Planificando no solo con cabeza sino también con corazón

 
Preparando el camino de tu proyecto, hay muchas cosas que tener en cuenta, muchas acciones, muchas decisiones y muchos nervios, sobre todo nervios. Y si lo que pretendes es emprender con felicidad, lo que existen son muchas incógnitas, esas cuyas respuestas todo el mundo conoce pero nadie cuenta.
 
Siempre digo lo mismo, pero no me canso de repetir porque sé lo importantes que son, cuando hablamos de emprender con felicidad, ya te hablé de la caja de herramientas que debemos preparar y tener a nuestro lado, perfectamente actualizada, hemos hablado de empresas con alma, de un montón de cosas que hay que tener en cuenta, hemos hablado de nuestra historia, de nuestro cliente, de nuestro producto o servicio, de los precios, de la actitud, de los compañeros, y sin embargo no me canso de hablar de nosotros, de lo importante que es que seamos felices para poder avanzar a buen paso.
 

Al final todo lo demás es secundario, tú eres la persona fundamental de tu proyecto o negocio, porque tu eres quien lo ideó, lo creó y le da vida todos los días, y si tú no estás nada será igual. No importa que digan que nadie es imprescindible, yo se que cada uno de nosotros es tan necesario como el que más, y que si ya no estás nada volverá a ser igual.

 
Así que lo más importante que puedo contarte, mucho más que los planes de negocio, las tareas, las palabras con las que transmitir y la interminable lista de imprescindibles que existen cuando hablamos de proyectos es que tú eres lo más importante.
 
Si, si, has oído bien, en estos momentos tú eres lo más importante, no importa que tengas una lista eterna de imperativos, en estos momentos no les voy a hacer ni caso, pero guarda la lista para otro rato, luego si que habrá que trabajar en ella.
 
Porque la realidad es que si tú no te cuidas, nada saldrá cómo está previsto. Y ese cuidado no solo es del cuerpo, que es muy importante, sino también de la mente y del espíritu. Si te acuerdas de las herramientas que guardábamos en nuestra caja, esas herramientas un poco diferentes y que nos hacían el día mucho mejor, sabrás de que te hablo.
 
Hablamos de nuestro proyecto, de nuestra empresa, como si fuera una extensión más de nuestro cuerpo, está siempre en nuestra cabeza, no sabemos hablar de otra cosa, está presente al 100%, pero nos olvidamos de hablar de nosotros, de cómo nos sentimos, de lo cansados que estamos.
 
Y nos olvidamos de cuidarnos, de tratarnos bien, parece que solo nos acordamos de exigirnos más y más. ¿Quién no se reconoce trabajando 16 horas seguidas, o comiendo cualquier cosa rápida o durmiendo sólo cuatro horas?
 
Muchas veces nos creemos más superhéroes de lo que de verdad somos, tenemos capacidades especiales, resultamos muchas veces geniales y seguro que tenemos un don para algo determinado, pero nuestro cuerpo tiene sus limites.
 
Después de tantos años, una de las verdades mas verdaderas que conozco es que si no nos cuidamos, tanto en cuerpo como en mente, seremos incapaces de tener empresas exitosas. Si no me crees, haz la prueba, mira a tu alrededor y busca tus empresas favoritas.
 
Piensa en esas empresas y analiza que elementos crees que son los que determinan su éxito, y fíjate en las personas que conforman la misma, cómo son, cuanto sonríen, sus gestos, su disposición, su mirada. Las personas felices llenan el espacio, dejan su impronta tras si mismos, por donde pasan y tienen mucha mas facilidad para llegar a los objetivos propuestos. ¿Son o no son empresas felices?
 
Y eso no quiere decir que si eres feliz todo te va a ir bien, porque no lo es, pero si tendrás muchas más opciones de encajar las situaciones, las personas felices, al igual que las empresas felices, tienen malas épocas, tienen problemas y no siempre las cosas salen como uno quiere.
 
Sin embargo, su éxito consiste en que están mucho más preparados para enfrentarse a las adversidades, son capaces de visualizar nuevas soluciones a los problemas de siempre, y tienen un mayor manejo del estrés.
 
Por eso es tan importante quererse y dedicarse el tiempo necesario, busca un hueco para caminar o ir al gimnasio, pero también para ir al cine, o cenar con los tuyos tranquilamente, leer un libro o levantarte a las mil el fin de semana.
 
Busca todas las semanas un momento que sea especial para ti, aquello que mejor te siente y se acople a tu día a día, y protege ese momento tanto como proteges el tiempo que dedicas a la planificación o a la creación de un producto, cómo si estuvieras “en burbuja” .
 
Si eres capaz de dedicarte esos momentos que te hacen feliz verás como los beneficios se multiplican , verás como la energía sigue recorriendo tu cuerpo después de un montón de horas trabajando, verás cómo las ideas se agolpan en tu mente y te falta tiempo para poder desarrollarlas.
 
Ya sabes que este mundo no es fácil, la situación empresarial no es todo lo buena que nos gustaría, que hacerse un hueco en el mercado es muy difícil, que hay mucha competencia, pero a mi me resulta muy satisfactorio que seamos un montón de empresas que nos distingamos del resto por la felicidad . Distinguirte de la competencia por tu forma de hacer las cosas, por tus planteamientos y no solo por tus precios me parece un éxito rotundo.
 
Así que el objetivo se transforma en buscar dentro y fuera de ti aquello que te da fuerza y energía, preparándote para la carrera de obstáculos que es tener una empresa en estos momentos.
 
Y si hablamos de las verdades verdaderas del emprendimiento podemos desglosar las mismas en tres grandes grupos:
 
1.- Tú y los demás
2.- Los imprescindibles
3.- El alma de tu negocio.
 
Desde que volvimos de vacaciones hemos estado hablando de NOSOTROS, así escrito en mayúsculas, hemos hablado de nuestros superpoderes, de compartir con los demás. de pertenecer a un grupo y de la consecuencia de todo ello.
 
Esta semana hemos hablado de aquellas cosas que nos hacen felices, de las cosas sencillas que nos dan fuerza para el camino, de cuidarnos y mimarnos, y sobre todo, de compartir.
 
El compartir se convierte en un mantra, en un arma poderosa, de una elección y de una declaración de principios, no sumamos sino que multiplicamos, y nos acoplamos como si de un puzzle se tratara, trazando una red de seguridad a prueba de cualquier prueba.
 
Y de cómo nuestra situación personal se ve reflejada en nuestro proyecto, en nuestro negocio, por eso emprender con felicidad se transforma en algo tan necesario, la actitud es lo determinante y lo que hará que podamos llegar donde nos propusimos, con independencia de la situación.
Mis verdades verdaderas, las que sigo al pie de la letra, siempre que pienso en mi, en los míos, se traducen en las siguientes:
 

     1.- Debes ser capaz de encontrar tu súperpoder dentro de ti.

     2.- Debes ser capaz de compartirlo con el mundo.

     3.- No eres extraterrestre, y si lo eres hay muchos más cómo tú.

     4.- Puedes vivir en tu Marte particular.

     5.- No olvides cuidarte todos los días, no solo tu cuerpo, también tu mente

 
Recuerda que cualquier negocio comienza en tu interior, tu mente tiene la idea, tu corazón pone el motor para llevarlo a la realidad y los sueños se encargan de planificar el recorrido, pero si no encuentras más personas como tú, estarás solo, y las cosas en soledad pierden color, no se viven igual, buscamos y cuando los encuentres, invítalos a un grupo mastermind, verás que ya nunca nada volverá a ser igual, y mientras tanto, trabaja por llegar donde te has propuesto. Por eso emprender desde la felicidad personal se transforma en una necesitad vital.
 
Y si quieres, puedes contarnos en los comentarios cuales son tus rutinas para cuidarte, cuales son tus armas para vencer el desaliento, donde, cómo y con quien compartes, ya sabes que me encanta conocerte cada día un poco más.