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Parece cómo si termináramos de llegar de las vacaciones de Navidad y el ambiente aún está relajado, todavía nos seguimos felicitando el año nuevo y si me apuras mucho, aún no hemos quitado los adornos de casa, y cenamos rodeados de bolas y luces navideñas.
Estrenamos un mes de año potente, enero por si es un mes de mucho movimiento, aunque se siga denominado la “cuesta de enero”. Pero para los que vivimos en la cuesta enero, enero es un mes de evaluación.
Me encanta comenzar el año haciendo inventario, sabiendo exactamente con que cuento y de que debo desprenderme.
En el balance de una empresa deberá aparecer el inventario como una partida del activo, llamado activo circulante, y es una partida con contenido económico, así que al final hablamos de dinero. Dentro de ese inventario habremos incluido el stock, ya sabes, cuanto tenemos de cada cosa, y eso si es dinero contante y sonante, podemos transformarlo rápidamente, solo hay que venderlo.
Pero la cosa se complica cuando no hablamos de productos físicos o cuando queremos cuantificar elementos intangibles.
Pero cuando te hablo de inventario, lo que en realidad quiero que hagas o por lo menos que pienses, la acción podemos dejarla para más tarde, es que dediques unos minutos para saber con que cuentas ya, aquello que llevas en la mochila. ¿Recuerdas cuando hablábamos de la caja de herramientas?
En esa caja llevaremos muchas herramientas que deberán estar en nuestro inventario, fíjate sino. Hablábamos de sentirnos bien, con fuerza, en forma, hablamos de nuestro interior, la parte más importante de nuestro activo, nosotros.
A esa lista habrá que añadirle “el plan“, nuestro plan, donde queríamos llegar cuando comenzamos, que queríamos lograr cuando nos pusimos a pensar. Ya sabes que normalmente yo hago los planes en verano porque me siento mucho más descansada, no tengo que ir corriendo de un lado a otro, y tengo una buena perspectiva de lo que ha sido el año.
Y es en agosto cuando hice mi plan, cuando fijé mis objetivos, así que no tengo que volver a hacerlo ahora pese a que todo el mundo hable de objetivos, planes, rutinas y demás.
No voy a agobiarme, solo necesito recapitular y recordad donde estaba antes de las vacaciones de Navidad.
El fin de año tiene el mismo efecto catastrofista que las vacaciones, parece que se va a acabar el año, todo lo que durante meses no ha sido importante, de repente se transforma en urgencia, y ¿sabes una cosa? Volvemos después de las vacaciones, no desaparecemos y normalmente continuamos con el trabajo que dejamos.
Por eso, porque lo interpretamos como un corte, debemos dedicar un momento a recapitular y hacer inventario. así que fíjate cuantas cosas hay en mi lista, y con cuantos elementos puedo contar, casi todos intangibles e incorporóeos.
1.- Un plan.
2.- Unos objetivos.
3.- Tengo mi web.
4.- Tengo mi blog.
5.- Tengo a mis lectores.
6.- Incluso tengo productos y servicios (ya listos, en la tienda, en el mismo sitio que estaban en enero).
7.- Tengo un grupo mastermind todos los lunes, incluso después de vacaciones. Mi corazón mastermind.
8.- Tengo un grupo mastermind grande, grande, donde seguimos trabajando, y donde compartimos nuestros avances, dudas, alegrías e incluso alguna pena.
9.- Tengo mis videosabados, ya sabes, los vídeos que son mis diez minutos de gloria de los sábados por la mañana en los que normalmente reflexiono sobre lo que hemos hablado durante la semana.
10.- Tengo una estrategia de marketing y de redes, y lo cumplo.
11.- Tengo los conocimientos necesarios para desarrollar mi trabajo, sé de que hablo, puedo trabajar de ello.
12.- tengo la experiencia acumulada durante los últimos 25 años.
13.- Tengo a mis queridos clientes, que siguen apostando por mi y mi forma de hacer las cosas.
14.- Tengo la confianza de mis clientes.
15.- Tengo la posibilidad de seguir creciendo, porque he puesto los medios necesarios para ello.
16.- Tengo mi maleta de herramientas para los momentos duros.
17.- Cuento con el apoyo de mi familia, aunque a veces Carlota se revele y quiera que sólo le preste atención a ella.
18.- Tengo la capacidad de seguir creando.
19.- Tengo una línea estable de internet y wifi en todos los puntos por donde me muevo.
20.- Cuento con un equipo de colaboradores que creen en mi plan y en mi y apuestan por ello.
21.- Cuento con colaboradores externos que hacen que mi día a día sea mejor, desde el diseño, pasando por las redes o la atención telefónica.
22.- Dispongo de libertad horaria, y decido yo cómo y cuando ocupar mi día, aunque intento cumplir un horario.
23. Tengo quién se ocupe de que mi casa no parezca un campo de batalla y todo esté en su lugar.
24.- Cuento con quién se encarga de que mi cuerpo funcione y logre parecer un ser humano.
25.- Tengo el equipo técnico para poder hacer mi trabajo.
Si te das cuenta, todo lo que te cuento es importante, ya que desde el apoyo de mi familia, sin el cual no podría dedicar mil horas diarias a navegar, escribir, compartir y descubrir cosas nuevas o siga estudiando, hasta el cuidado de mi cuerpo y mi profesora de pilates favorita, que hace todo lo posible para que esas mil horas que paso sentada no pasen factura a mi cuerpo, sería imposible que Blanco Legal continuara su camino.
Dentro de mi inventario cuenta la parte intelectual, aquella que hace que pueda crear contenido, infoporductos, o prestar servicios, como la parte física, el ordenador desde el que escribo o la silla cómoda que hace que no me contractura la espalda.
Y todo es importante, así que antes de adquirir nuevos elementos, creo que es muy importante que utilicemos lo que ya tenemos, que seamos conscientes de todo o que ya está incorporado a nuestro proceso.
Y realmente es importante, hace unos días estaba pensando en cómo conseguir nuevos clientes, estaba desarrollando una estrategia, y mientras pensaba nuevas acciones, y viendo mi inventario, vi que tal vez podía ofrecer a mis clientes, a los que ya tengo, a los que conozco y se de ellos, mis nuevos productos y servicios. Ellos ya son público caliente, ya que me compran una y otra vez, me conocen, saben quién soy y cómo hago las cosas.
Pues aunque parezca una locura, así es, nunca lo pensé hasta que vi que ellos son una gran parte de mi activo, una gran parte de mi valor, de mi resultado y de mi éxito.
¿Ves cómo funciona el inventario? Es mucho mas sencillo de lo que pensamos, sólo hace falta hacer la lista y ver que podemos aprovechar, que es parte de nuestra esencia, con que quieres contar.
Y puedes aprovechar para hacer limpieza, pero eso lo veremos la semana que viene.
