Acortando distancias
Mil y una veces lo repetiré y no me cansare nunca de decir lo mismo, debemos acostumbrarnos a utilizar la legalidad a nuestro favor, a crear diferencia frente a mi competencia, a ser lo más claro y transparente con nuestra forma de actuar y de hacer, a dejar huella allí donde vamos.
Y esa huella puede ser de muchos tipos, pero hoy vamos a hablar de la nota de legalidad. Cierra los ojos y visualiza en tu mente algo que te recuerde a la legalidad, una persona legal, una empresa legal, y observa cómo te sientes. Si te fijas, verás como sólo con imaginarlo te siente mucho mejor, tu respiración se relaja, tu corazón acompasa su propio ritmo, tu cerebro no siente miedo, y tú te sientes agosto.
Esa es la sensación que transmitimos hacia nuestro público cuando hacemos las cosas, no sólo bien, sino también de forma legal. La gente que te compra o contrata se siente cómoda porque sabe que si algo se tuerce o sale mal, que puede ser, todo irá bien, que pese todos los pesares, tú actuaras de la forma prevista, que intentarás que todo se resuelva de la mejor manera, e incluso que asumirás la responsabilidad que hayas podido incurrir.
Y esa tranquilidad la demostramos con todo nuestro ser, lo demuestras con tus palabras, con tus letras, con tu forma de actuar, con tus gestos y también con tus contratos.
Muchas veces nos asustamos ante los documentos que no forman parte de nuestro día a día, se nos escapan los matices que debemos tener claros ante un contrato y solemos huir de buscar asesoramiento legal. No podemos hacer nada con la mala fama de los abogados, pero piensa en nosotros, en el colectivo, como personas que pretenden ayudar, traducir el galimatías legal a idioma humano, como alguien que te va a ayudar a hacer fácil lo que parece difícil.
Durante años, cuando alguien me preguntaba a que me dedicaba, decía que era traductora del lenguaje legal, que traducida a humano dicho lenguaje, y es cierto, mucha parte de mi trabajo consiste en contar con palabras sencillas lo que dicen las complicadas, hacerte comprensible todo ese lenguaje que rodea nuestras vidas y que casi nunca queremos saber de él.
Y un contrato debe servir precisamente para eso, no solo para cuando las cosas van mal, que también, sino para que ambas partes, tú y tu cliente, por ejemplo, tengas claros los términos en los que os movéis, en el que quede claro el trabajo a desarrollar y que no existan malentendidos entre ambos.
Cuanto más completo sea el contrato, mucho mejor para las dos partes.
Lo se, lo reconozco a mi también me pasa, a veces me da pereza comenzar una relación por el contrato, yo suelo comenzar hablando de cosas que no tienen mucho que ver, me gusta conocerte y escuchar aquello que tienes que decirme, por eso, cuando llega el momento del contrato parece que no es hora.
Pues si a ti te pasa lo mismo que a mi, utiliza la firma del contrato como un paso más de la relación que estableces con tu cliente, crea un protocolo de trabajo que haga las cosas más fáciles, no sólo a ti sino a tus colaboradores también, piensa en crear un proceso de trabajo claro, en el que el primer paso, o el segundo, eso ya lo dejo a tu gusto personal, sea la firma del contrato.
¿Ves cómo de tranquila se queda la otra parte?
Eso si, asegurase que el contenido del contrato se entienda a la primera, que no haga falta tener un master en astrofísica para leerlo y que con una sola lectura quede claro, sino tendrás el efecto contrario y causarás más horror que tranquilidad.
Anímate a utilizar los elementos legales con los que cuentas para convertir los procesos de trabajo en más transparentes, en mecánicos, así ahorrarás tiempo que podrás dedicar a hacer lo que realmente te gusta y las cosas fluirán con más armonía.
Y si lo que haces es vender productos y no prestas servicios y no cabe firmar un contrato por el sistema que utilizas (carrito de compra, tienda online, etc), prepara las condiciones generales de contratación que deben estar visibles en tu página web y prepárate para deslumbrar.
A lo mejor solo es cuestión de darle un empujón, te aseguro que preparar estos contratos harán que te plantees tu proceso de trabajo desde otra perspectiva, y mejores tu discurso, una parte vital de tu empresa.