Esta semana nos acompaña Conchi Sanjeronimo, de Tú ruta emprendedora, ella me acompaña desde hace dos años en mi grupo Mastermind, y todos los lunes nos reunimos para hablar de nuestros proyectos, avanzar y disfrutar no solo de su compañía sino también de su mente.
Durante tres semanas nos van a acompañar mis Masters y vamos a ver cómo ha influido nuestro grupo directamente en sus proyectos, en su forma de ver la vida y su forma de avanzar. El resultado lo vivimos día a día, y hoy quiero que lo veas tú.
Conchi dio un cambio radical en su ruta emprendedora. porque se paró a observar su proyecto anterior y pudo sacar conclusiones y después de eso siguió trabajando para conseguir un proyecto con el que estuviera totalmente identificada, por lo que cambió no solo su escaparate al mundo, sino su forma de hacer las cosas, y desde ese momento sólo hace que brillar.
Te invito a que la conozcas un poco más, a ella y a su proyecto y veas todas las razones que te da para formar parte de un grupo mastermind.
10 cosas que mi experiencia Mastermind me enseñó…
¡Y que han cambiado por completo mi proyecto!
La primera vez que escuché hablar de los masterminds, sentí que eran para mí. En seguida llamaron mi atención y me propuse experimentarlos desde dentro, para entenderlos mejor y sacar mis propias conclusiones.
De hecho, tanto me gustaron, que llegué a tomar un curso para convertirme en facilitadora y poder gestionar otros masterminds. Como a veces me dice Raquel, creo que este formato es como mi hábitat natural, donde me siento más a gusto y más yo.
Sin embargo, no todos los grupos en los que he participado han funcionado como esperaba. Por eso, hoy quería compartir contigo algunas de mis reflexiones y, sobre todo, las lecciones que he ido aprendiendo de los masterminds y que me han servido para dar un vuelco radical a mi proyecto en línea.
¿Quieres saber cuáles son? ¡Pues adelante, sigue leyendo!
# Un Mastermind te ayuda a abrir la mente y tu proyecto lo agradece
Al principio, cuando te lanzas al mundo del emprendimiento, surgen ciertos recelos. Te da miedo compartir con los demás tus ideas, porque piensas que te las pueden robar, o aprovecharse de ellas, o vete tú a saber cuántas cosas más.
Sin embargo, gracias a mi grupo de mastermind he descubierto que cuánto más te abres al grupo y compartes, más recibes. Por lo que te ayuda a cambiar tu percepción y a trabajar de forma distinta, también, en tu proyecto.
# El feedback que todos buscamos al principio, lo encuentras en tu Mastermind
¿No has sentido alguna vez que te gustaría contarle a alguien una idea genial que has tenido para un nuevo servicio para que te diese su opinión?
Sobre todo si empiezas desde cero, es difícil reunir de la nada una comunidad con la que testar tus ideas, para saber qué es lo que más se ajusta a lo que quieren.
Pues bien, de nuevo, gracias al apoyo del grupo, es posible nutrirte de otras opiniones y mejorar o reforzar tu idea para que sea más compacta desde el principio.
Y es que, como se suele decir, a veces estamos tan metidos y llevamos tanto tiempo trabajando sobre algo, que las cosas más obvias se nos pueden escapar.
# Colaborando se llega más lejos
Cuando llevas bastante tiempo con tu grupo de Mastermind, los lazos y las relaciones se estrechan y se vuelven más fuertes. De ahí que surjan otras posibilidades y empiecen a aparecer las primeras colaboraciones.
Para mí, es un laboratorio de experimentación fantástico, porque tus primeras colaboraciones irán sobre ruedas. Siempre que colaboras con alguien al que conoces bien, las cosas suelen fluir. Esto te animará a salir fuera de las fronteras de tu grupo y a atreverte con más.
Además, en este mundo online con tanto ruido y gente tratando de hacerse un hueco, lo más inteligente, ahora mismo, es rodearse de otras personas que sirvan de altavoz a tu mensaje.
# Entiendes el verdadero significado de ayudar desinteresadamente
Como ya te he comentado, yo he estado en varios grupos Mastermind, aunque todos no hayan funcionado igual. De hecho, actualmente, sólo tengo mi grupo de los lunes, que me llena completamente y me hace muy feliz, porque disfruto pasando el rato con mis chicas.
Pues bien, a veces, en un grupo de este tipo te encuentras dando, dando y dando sin medida, pero a la vez sientes que recibes muy poco, porque las personas que forman parte, quizá, sean algo recelosas de compartir.
Sin embargo, cuando encuentras tu grupo ideal, esta situación se equilibra y, dado que recibes tanto y de forma tan desinteresada, cada vez tienes más y más ganas de seguir dando y compartiendo.
Creo que lo importante de un Mastermind es no pensar más allá de él. Es decir, no pensar en términos egoístas, por ejemplo, “¿cómo me puede ayudar tal persona?” o “¿qué puedo sacar de esta otra a futuro?”. Si después se da alguna situación de colaboración perfecto, será la consecuencia, pero cada cosa a su tiempo y en su debido momento. Hay que dar espacio para que las cosas sucedan y no forzarlas.
# Mi grupo me ha ayudado a superarme
Dado que tengo una reunión cada lunes con mi grupo, siempre trato de mejorar, de innovar, o de pensar nuevas ideas para compartirlas la semana siguiente.
Esto ha marcado la diferencia en mi proyecto, porque no me he permitido el lujo de estancarme o quedarme en la zona cómoda, sino que siempre trato de dar más y proponerme nuevos retos, sabiendo que el grupo me apoya.
# Recibes un apoyo 24*7*365
Con esto me refiero a que, finalmente, el Mastermind traspasa barreras y se convierte en una relación mucho más allá de una simple reunión los lunes.
Las nuevas tecnologías nos ayudan a mantenernos más en contacto y, si surge una situación que no puede esperar, ahí están las demás listas para ponerse el traje de faena y ayudarte.
Con el tiempo, te das cuenta que te van sucediendo cosas y piensas “esto se lo contaré a las chicas”. Y, como éste no es un camino de rosas, hay veces que no puedes esperar al lunes para hablarles y contarles la última que te ha hecho tu cliente, o lo mal que te encuentras por un correo que has recibido.
Eso sí, ¡da una de cal y otra de arena, qué todo no van a ser penas! 😉
# Rodearte de personas con otras experiencias es como si hicieras un master acelerado
No sabría calcular todo lo que he aprendido de mis compis de grupo. Ahora me siento mucho más capaz que cuando empecé y no las tenía a ellas. Y es que siempre es una ventaja, al menos en mi opinión, que en tu grupo hayan personas que no se dediquen a lo mismo que tú. Aunque reconozco que, aunque sea el caso, no todos tenemos la misma forma de trabajar, ni de hacer las cosas, y siempre se puede aprender y mejorar.
Además, el proceso que cada una sigue es distinto, pero de todas podemos extraer conclusiones y lecciones que nos sirvan para nuestro propio proyecto, siempre adaptándonos a nuestro estilo.
Es como si en lugar de emprender un vez, lo hicieras varias veces, porque aprendes de la experiencia de cada una y esto te enriquece.
# Gracias a mi grupo he bajado las revoluciones y me aprendido a observar
Cuando comenzamos tenemos mucha prisa y demasiadas cosas por hacer: construir tu lista, crear un lead magnet, escribir para el blog, difundir el contenido en redes sociales, comentar en otros blogs…
¡Y la lista parece que no se acaba!
Pues bien, como Raquel suele decir, esto de emprender tiene mucho que ver con la reflexión, el autoconocimiento, la medición de resultados y la toma de decisiones.
De lo contrario, si sólo hacemos, hacemos y hacemos, ¿cómo saber si funciona o no?
A mí al principio me costaba horrores esto de frenar, bajar el ritmo y analizar. Soy, o mejor dicho era, una chica de acción y estar parada me enfermaba. Sin embargo, ahora que es cuando mejor siento que funciona todo en mi proyecto, es cuando me he dado más espacio para bajar las revoluciones y reflexionar.
No tienes que creértelo, pero ¡pruébalo por ti misma!
# Si quieres mejorar tu creatividad, únete a un Mastermind
Supongo que habrás oído el dicho: “consejos doy, que para mí no tengo”. Pues en este caso, ocurre algo parecido. A veces, tratamos de buscar soluciones o despertar nuestra creatividad y nos resulta muy complicado.
Sin embargo, yo me he dado cuenta de que, cuando se trata de ayudar a otra compañera, parece que el afán por ayudarla, despierta eso que estaba dormido en mí.
Además, escuchar y compartir las soluciones del resto del grupo, también te ayudará a ser más ingeniosa la próxima vez. Al menos a mí me ha servido mucho.
# Mi grupo me ha ayudado a tener más enfoque y organizarme mejor
A veces, cuando te planteas entrar en un Mastermind, te parece un mundo sacar una hora, o así, todas las semanas. Dudas de si podrás hacerlo, con todo lo que ya tienes.
Sin embargo, con el tiempo, me he dado cuenta de que tener ese espacio reservado los lunes, me ayuda a centrarme mucho más en lo que hago y a sacarlo en menos tiempo. ¿Por qué?
Supongo que sé que tengo mi reunión, no me la quiero perder y me concentro mucho más. Además, te servirá para priorizar y darle importancia a lo que verdaderamente la tiene.
Para mí, mi ratito de los lunes es sagrado y sé que si hay algo que he de dejar de hacer, no va a ser eso. De modo que he aprendido a gestionar mejor el tiempo del que dispongo.
Al final, aunque parezca imposible, si revisamos bien nuestro día a día, es sencillo sacar una horita.
Y bueno, hasta aquí las lecciones que yo he ido extrayendo y que, como verás, me han ayudado a mejorar en mucho mi proyecto.
Recomiendo totalmente la experiencia de los masterminds, a todas aquellas valientes que se atrevan, porque en un tiempo, no van a reconocer su forma de trabajar, ni su proyecto, y sí se conocerán ellas mismas mucho mejor.
Así que, antes de acabar, unas preguntas: ¿qué te llama más la atención de un mastermind? ¿Por qué todavía no estás en uno? Y si lo estás, ¿me cuentas tu experiencia?
¿Valía la pena o no conocer a Conchi? Ya no soy la única que te anima a tener tu propio grupo Mastermind, y recuerda que siempre puedes venir al nuestro, Mastermind Blanco Legal y probar, serás bienvenida. ¿Cuál es tu experiencia?