Cómo planificar objetivos y metas sostenibles para tu empresa

He perdido la cuenta y seguramente tú también. Y es que cada año nuevo, o inicio de curso, toca hablar de planificar objetivos. Sin embargo, después sucede que, por más que leemos, muchos de ellos se van cayendo por el camino.
Así que no quiero que esta sea una “vez más”. En esta ocasión quiero que marquemos el rumbo de tu negocio hacia la sostenibilidad. Porque cualquier planificación, objetivo o meta tiene que estar encuadrada en el marco de la sostenibilidad para que funcione en tu negocio.
O dicho en otras palabras, no puedes “luchar contra ruedas de molino”, si lo que quieres es un negocio que te permita fluir, sentirte bien y te dé el estilo de vida que quieres para ti. Todo debe estar alineado. Y aunque es bastante fácil decirlo, se complica cuando tratamos de llevarlo a la práctica, porque hay demasiadas variables que no controlamos, entre ellas, la vida.
Así que en este artículo realmente quiero llevarte de la mano para que, a partir de ahora, tengas claro cómo planificar los objetivos de tu negocio para que puedas alcanzar las metas que te marques.

¿De qué hablamos cuando hablamos de objetivos?

Seguro que a menudo piensas en tu negocio, ¿verdad? Pero, ¿cuántas veces te has parado a “idearlo”? Es decir, a construirlo, a saber cómo quieres exactamente que sea, que se vea, que se sienta…
Por ejemplo, tienes claro:
– Cómo quieres que sea en 3 años
– Quieres tener un equipo o no
– Qué tareas quieres realizar tú y cuáles no
– Qué horarios quieres tener
– Cómo es un día de trabajo para ti (dentro de ese negocio ‘ideal’)
Te hablo básicamente de definir qué es para ti un negocio sostenible. Porque será la base para construir todo lo demás y tomar decisiones correctas.
Por ejemplo, para mí un negocio sostenible es aquel que se puede gestionar de forma sencilla. En el que tú, como empresaria, controlas cada una de sus áreas, sin agotarte. 
En ese caso, no tiene sentido en mi plan incluya acciones que requieran de demasiada estructura. Para que todo esté alineado tendré que simplificar siempre que pueda cualquier proceso, de ventas, de marketing, etc. Para que sea asumible y sea fácil de gestionar por el pequeño equipo que tenemos.
Sin embargo, esto puede ser totalmente diferente a otra persona con un concepto distinto de lo que es un negocio sostenible, así que a la hora de planificar objetivos y metas esa otra persona u empresa lo hará de forma diferente.
Y aunque no lo creas, esto que parece básico, pues no lo es tanto… Porque siempre se olvida. A veces, nos empeñamos tanto en mirar hacia adelante para seguir avanzando, que nos obnubila la meta y no somos capaces de ver el aquí y el ahora de nuestra empresa.

Un ejercicio que puede resultar útil

A mí me da mucha perspectiva es responder a la pregunta: ¿en qué empresa me he de convertir para cumplir este objetivo?

Una vez tengas los objetivos definidos, deberás pensar en el “salto” que debe dar tu empresa de cómo está ahora para poder lograr lo que se propone. Y entonces puedes valorar: ¿es un cambio posible en el tiempo que quieres llevarlo a cabo?

Si la respuesta es sí, ¡adelante! Si parece demasiado complicado o irreal, entonces habrá que reajustar tu objetivo y posiblemente puedas dividirlo en dos etapas, o las que se necesiten.

Como ves, esto de los planes y los objetivos NO va de:

– Objetivos cuantificables
– KPIs sin alma
– Ideas sin aterrizar
– O acciones gigantescas
Sino de todo lo contrario. Porque para impulsar tus resultados, necesitas un plan adaptado a las necesidades de los emprendimientos pequeños o unipersonales, como el tuyo.

Qué te aporta un buen plan

Vale, antes de pasar directamente a planificar objetivos sostenibles, por muy claros que los tengas ahora, hay una cosa más: debes conocer el para qué.
Verás, los objetivos y metas van a ayudarte a dibujar el camino que quieres para tu empresa, pero hay que hacerlo con el amor que se merece, poner toda la carne en el asador y no dejarte vencer por las dificultades.
No te voy a mentir, ya te digo que habrá muchas. Porque el camino es largo y hay que coger el ritmo, seguir el paso, caminar con pie firme… Y a veces cuesta porque nunca sabes con qué va a sorprenderte la vida.
Por eso, el para qué es tan importante, porque te mantendrá a flote.
Cuando hablamos de planificar objetivos, entonces, muchas emprendedoras me dicen lo mismo: “que el día a día da para lo que da.” Pero, no puede haber sostenibilidad, sin revisión, sin análisis, sin un plan.
Porque un plan te ayudará a:
– Dónde te diriges
– Cuál es tu rumbo
– Con qué cuentas para hacer el camino
– A quién quieres llegar
– Y cuáles son los pasos
Ahora bien, tu motivación depende mucho de tu visión, esa de la que te hablaba en el apartado anterior. Verás, si tienes clara la visión de lo que vas a conseguir, tanto como para sentirla como si ya fuera una realidad, esto creará el entorno propicio para que se cumpla.

Quiero proponerte un ejercicio que quizá hasta ahora no habías hecho

Es la visualización de tu negocio “ideal”.

Si hasta ahora sólo la tenías en tu mente, te invito a escribirla, o a crear con ella un collage. Cuando lo tengas, cierra los ojos y respira hondo… ¿Cómo te sientes?

Sea cual sea tu respuesta (segura, cómoda, ilusionada, con energía, con más confianza, empoderada, etc.), guárdala. Retenla en tu mente, en tu cuerpo para poder volver a ella cuando la necesites.

Puede ser a mitad de la planificación cuando flaqueen las fuerzas, cuando los imprevistos te coman el tiempo o al final del año para comprobar cuánto te has acercado a tu visión.

De hecho, te diría que cada día, cuando vayas a trabajar sobre tu negocio, vuelvas sobre ella. Respires profundo y con ese ánimo, entonces abordes el trabajo. Porque eso marcará la diferencia en tus resultados.

Ya te he hablado de mis libretas y conoces bien mi parte más creativa, así que te animo a dejarte llevar y pensar en la planificación de objetivos mucho más allá de una triste hoja en blanco y un boli, o un documento de Drive que se perderá en alguna carpeta.
Conviértelo en algo vivo, en algo tangible, en algo bonito y divertido y te acompañará cada día para darte luz en el camino.

Por qué fallas a la hora de planificar

Avanzamos un paso más para planificar objetivos y toca trabajar tu mentalidad. Sí, ya sé que éste es un tema que nunca falla, pero es que como ya te he ido adelantando, tu experiencia pasada con los planes y los objetivos habrá creado ciertas creencias que se pueden haber enquistado en ti.
Pues bien, ¡hay que limpiarlas! Es decir, que es importante que analices cuáles te motivan o refuerzan y cuáles te limitan. Porque de estas últimas tienes que deshacerte. Y es que si no lo haces, tú misma acabarás saboteándote.

Aquí va un ejercicio sencillo pero muy útil

Sólo tienes que responder a 3 preguntas:

– Hasta ahora, ¿por qué no han funcionado tus planes?

– De esas veces en que no han funcionado, ¿qué has aprendido?

– A la luz de las respuestas anteriores, ¿qué crees sobre los planes?

Para contestar esta última pregunta puedes hacer 2 columnas y escribir las ideas positivas en una y las que no lo sean tanto en otra.

Después, por cada una de las ideas “negativas”, revisa las respuestas a la pregunta 2 y trata de buscar una solución para que no te vuelva a ocurrir.

Al final, poco importa lo que trabajes en planificar objetivos para tu empresa, si la base no está bien asentada. Cuando trates de implementar, te encontrarás con algunos obstáculos que es mejor haberlos previsto con antelación. Y eso es exactamente lo que conseguirás con este ejercicio.

Claves para autoevaluarte y planificar objetivos en tu empresa

Y para que todo esto no quede tan abstracto, quiero que llegados a este punto, sepas exactamente cómo aplico yo todo esto que te cuento a Blanco Legal.
Porque creo que es la manera más fácil de que tú también puedas empezar a reflexionar sobre tu propio negocio para planificar objetivos de empresa sostenibles a partir de la autoevaluación.
Así que, si tienes un ratito te invito a tomarte un té o café juntas mientras te sigo compartiendo más consejos… ¡Dale al play!

https://www.instagram.com/tv/CUzq7joKWXP/

Ahora cuentas con todos los elementos que necesitas para planificar objetivos y metas para tu empresa que te hagan sentir bien y te motiven para conseguirlos. Porque para eso se hacen los planes, para tener fuerzas, ganas e ilusión por seguirlos, no para dejarlos olvidados en cualquier rincón.
¿Qué te parece esta forma de enfocar la planificación y objetivos de tu empresa? ¿Cómo lo haces tú? Me encantará leerte en los comentarios.

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