Los cimientos de tu negocio, la causa de éxito.

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Los cimientos, repasando lo fundamental.

A veces vemos cómo no llegamos donde queremos, nos damos cuenta de que todos los esfuerzos que realizamos no son suficientes para cumplir nuestros planes, no vendemos lo necesario, y muchas veces no entendemos porqué.
Ha llegado el momento de revisar los cimientos de nuestro negocio, de confirmar si realmente nos hemos desviado del rumbo marcado o hay algo en lo que no hemos caído. Así que vamos a continuar con la búsqueda.
Hoy te voy a contar los cuatro puntos clave por lo que normalmente los negocios no funcionan, son cosas que hemos hablado mil y una veces, que parece que nos las sabemos de memoria, y sin embargo a veces nuestra propia evolución y el tiempo transcurrido hace que nos desviemos y perdamos el norte.
Las cuatro causas por las que puede que no funcione tu negocio.

1.- ¿Le hablas a tu cliente ideal?

No te sulfures por la pregunta, sé que es un tema que has visto y revisto mil y una veces, sé que sabes que importante es tener claro quien es tu cliente ideal y que es el primer ejercicio que hacemos cuando comenzamos a desarrollar nuestro plan.
Y sin embargo, voy a contarte una cosa que me pasó hace poco. Durante el mes de enero, mientras hacía mi repaso y consultando las estadísticas de mi web, descubrí una realidad que hizo que me replanteara todo mi proyecto de principio a fin.
Descubrí que mi gente, la que visita mi web, la que lee mis artículos, la qué me sigue allá donde voy, no tiene nada que ver con mi cliente ideal, tal cómo lo definí en un principio. No sólo descubrí que era de un género distinto (siempre me imagine a mi cliente mujer, y sin embrago, es hombre), sino que su edad es también distinta a la que yo había pensado, incluso sus intereses son distintos. Imagínate, le gusta el futbol, algo que a mi jamás se me hubiera ocurrido, no por nada, sino porque en mi familia no le gusta a nadie el fútbol y está muy lejos de mi realidad.
La conclusión a la que llegué es que no sólo yo, sino mi proyecto ha evolucionado en este tiempo y conmigo lo ha hecho mi cliente ideal, así que he tenido que volver a pensar en él, buscarlo y conocerlo, cómo verás los proyectos también tienen vida propia.
¿Recuerdas que decíamos cuando hablamos del cliente?

2.- Eliges mal el producto.

Este punto siempre hay que ponerlo en relación con nuestro cliente, ya que el producto puede que sea muy bueno pero que no le interese en lo más mínimo a quién se lo estamos ofreciendo.
Otras veces, simplemente, el producto que ofrecemos no va a tener salida, puede que haya mucha oferta de lo mismo en el mercado, que no hayamos sabido dotarle de identidad propia que pueda diferenciarse del resto, puede que sea muy fácil de encontrar en el mercado, hay mil y un motivos para ello.
¿Recuerdas qué decíamos cuando hablamos de nuestro producto estrella?
Mi consejo, cómo siempre es que seas lo más sincero posible y hagas un listado lo más detallado de las cualidades de tu producto. Ojo, que lo mismo sirve si lo que vendes es servicios, y en función de las conclusiones que obtengas, tomes acción, y si hace falta, vuelvas a reescribir tu mapa de carreteras.

3.- No te tomas en serio la comunicación de tu empresa.

Muchas veces intentamos llegar a todo, y para eso debemos saber de todo, aprender de nuevo y no sólo una cuestión sino miles, ya sabes a que me refiero, ¿no?
Con esto no quiero decir que nos importa poco la comunicación, al contrario, normalmente suele ser un tema prioritario, pero estarás conmigo en que muchas veces es un tema que nos supera, no sabemos sacarle todo el provecho necesario y nos ralentiza nuestro proceso.
Normalmente nuestro nivel de exigencia hace que dediquemos mucho tiempo a aprender, a programar, a llegar a todo y no solemos pensar en buscar ayuda, tal vez por pensar que no la merecemos, que somos demasiado pequeños para ello o simplemente porque los profesionales son muy caros.
Yo suelo poner en la balanza cuanto vale mi tiempo, el que tengo que destinar a aprender, a programar, y suele ganar la batalla la decisión de buscar ayuda profesional. Lo mismo cuando hablamos de comunicación, de marketing, de diseño o de la parte legal.
Y coincidirás conmigo en que es fundamental saber contar tu proyecto, tu historia, y no sólo saber hacerlo sino contárselo a la persona adecuada.
¿Cual va a ser la respuesta a tu pregunta?

4.- El precio.

No te pongas nervioso, sé que a veces nos resulta muy díficil saber a ciencia cierta que precio es el adecuado para nuestros productos o servicios.
También sé que hablar de dinero nos pone nerviosos, igual que hablar de vender, es algo con lo que no podemos, sin embargo es uno de los elementos esenciales de nuestro negocio.
Si no somos capaces de poner el precio adecuado a nuestros productos o servicios, jamás lograremos tener una empresa rentable y poco a poco se irá comiendo nuestros recursos, nuestros ahorros, así que es hora de revisar el precio.
Ten en cuenta que tener una política de precios bajos, porqué sí, es muy mala idea. Jamás lograremos competir en precio con los grandes, nosotros los pequeños no podemos jugar a ese juego y tampoco te interesa. piénsalo y verás cómo tengo razón.
Igual lo que te pasa es que no sabes por dónde comenzar y no sabes que precio poner.
Te resulta muy difícil sacar los números, por eso si quieres te voy a ayudar, y si me envías un mensaje puedo regalarte mi calculador de precios, una herramienta que puede ayudarte a sacar conclusiones y a no volver a tener dudas jamás.
Cómo ves, los cimientos de nuestra empresa se centran en las cuatro bases sobre las que hemos hablado una y otra vez. Desde el principio nos tiramos de los pelos con los mismos conceptos, pero son estos cimientos los que sostendrán tu negocio a lo largo del tiempo, por eso es tan importante volver una y otra vez a ellos.
Y nuestros cimientos deben sostener un negocio que funcione, por eso no intentes hacerlo todo tú y busca ayuda cuando lo necesites. Recuerda que una empresa sin inversión no puede funcionar.
Si quieres recibir el calculador de precios, no olvides enviarme un mensaje.
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